Daniel Calveti
Daniel Calveti: dinámico ministro de adoración; es uno de los principales salmistas y exponentes de la palabra de Dios en Puerto Rico. “La Gracia de Dios es lo único que me ha llevado a alcanzar lo que tengo”, dice Daniel quien reconoce que por Su gracia aún vive, ya que parte importante de su testimonio es el que Dios lo resucitó de la muerte a los seis meses de nacido, después de haber padecido meningitis.
Nació en Caracas, Venezuela el 29 de noviembre de 1977, y a la corta edad de cinco años comenzó a cantar y a predicar junto a sus padres. A los 12 años de edad se radicó en Houston, Texas junto a sus padres y hermanos. A los 17 años se mudó junto a su familia a Puerto Rico, e ingresó al Colegio Bautista de Caguas para culminar su Escuela Superior. Esta institución educativa, en la que participó como Líder Espiritual, le otorgó una beca de estudios. Posteriormente, ingresó a la Universidad Sagrado Corazón donde fundó el Comité de Jóvenes Cristianos (CJC).
Daniel y su familia, integrada por su amada esposa Shari, quien representa para él la mitad del propósito que Dios le ha dado, Isaac Daniel, su primer hijo, y Natán Gabriel, el más pequeño, residen en Caguas, Puerto Rico. Daniel y Shari son líderes activos en la Iglesia Centro Cristiano Fruto de la Vid en Caguas, Puerto Rico, que pastorean sus padres Juan y Angélica Calveti, quienes instruyeron al joven músico en el amor de Jesús.
Daniel empezó a componer cantos para Dios como resultado del tiempo de oración y compañerismo que pasaba con Dios. “Son experiencias personales”, nos explica Daniel; “simplemente vienen a mi mente en el tiempo que estoy a solas con Él en oración”, y estos cantos han trascendido fronteras tocando corazones de personas en todo el mundo, ayudándoles a profundizar su relación con Dios. Daniel piensa que es importante enfocarnos en trabajar en el carácter del cristiano, y cree que los cambios más profundos del ser humano sólo se realizan en la intimidad con la presencia de Dios.
Su primer disco, titulado “Sólo tu Gracia”, ocupó los primeros lugares de venta en las librerías cristianas en Puerto Rico. Los temas más reconocidos de esta producción fueron “La última palabra”, “Jesús, haz mi carácter”, “Sólo tu gracia” y “Espíritu Santo”, entre otros. Estos cantos han sido de gran bendición e impacto en todo lugar y presentación donde ha ministrado.
Actualmente, Daniel Calveti forma parte del Grupo Canzion, fundado y presidido por Marcos Witt. Daniel se ha presentado para compartir tiempos de Alabanza, Adoración y La Palabra de Dios en diferentes partes del mundo: Estados Unidos, el Caribe, Centroamérica, Suramérica y Europa. Después de una exitosa trayectoria, tanto en el ambiente musical cristiano como en el ambiente secular con el tema “La última palabra”, ahora regresa con un nuevo proyecto musical.
“Vivo para Ti” es el título de la más reciente producción discográfica de Daniel Calveti. Esta producción en su lanzamiento, rompió récords de venta en las primeras dos horas. Su primer sencillo: “La Niña de tus Ojos”, ocupó los primeros lugares en las emisoras de Puerto Rico y Estados Unidos. También se destacó en la segunda posición en el Billboard Latino.
La visión de este proyecto es presentar un “modelo devocional” tanto personal como congregacional, donde se resaltan tres etapas importantes que no deben faltar en el tiempo con Dios. La primera etapa es un tiempo de “celebración y gratitud a Dios” por lo que Él ha hecho y hará. La segunda etapa es un tiempo en donde toda la letra de las canciones está enfocada en “la necesidad que tenemos de que Dios nos ministre”. La tercera etapa es la más importante, aunque muchas veces olvidada en las congregaciones y en los devocionales personales. Aquí es donde toda la letra de las canciones está dirigida a “ministrar el corazón de Dios”; esto quiere decir que se le rinde adoración por lo que Él es. Es en esta parte del devocional donde se le dedica toda la atención y pasión, sabiendo que “ya no se trata de nosotros, sino de Él”.
A Daniel Calveti se le reconoce su simpatía y humildad, virtudes que le han abierto puertas y han llevado al reconocido adorador a interactuar con todo tipo de público. Daniel reconoce que sólo la gracia de Dios le ha permitido lograr su más grande anhelo: ministrar el corazón del Padre, llevando al pueblo a la presencia de Dios.